A comienzos de 2015 Masilva, a través de Carlos Mendoza -guitarrista con quien toca- conoció a Abelardo Carbonó en Barranquilla y tras un breve encuentro en el Parque de los Músicos acordó junto con Mendoza y el maestro, grabar unas canciones en conjunto. Fue muy emocionante este acuerdo para el músico bogotano, quien se declara fanático de la música de Carbonó desde que la conoció hace unos años. Al regresar a Santa Marta, donde se encontraba pasando unos días de descanso, Masilva compuso -en un cuatro llanero que tenía consigo- "Oye Paola", la primera de las dos canciones que componen éste encuentro. Ya en Bogota, unas semanas después y con el mismo cuatro, compuso " Abelardo", un tema en homenaje a Carbonó y su legado musical.
Las grabaciones se llevaron a cabo en Mayo, en bloque y sin secuencias ni sintetizadores -elementos presentes en la música de Masilva hasta el momento- sino más bien en formato banda y grabación en tiempo real, tanto en Bogota como en Barranquilla. Los músicos presentes fueron Mendoza, Jaime Ospina y Felipe Lopez (de la banda de Masilva) y Fabián Ahumada (baterista del conjunto Carbonó) quien tocó las percusiones. El resultado es un "revoltillo" -como dice el maestro Abelardo- que mezcla Afrobeat, ritmos del Caribe colombiano y tropicalismo bogotano. El proceso fué registrado en cámara por la vídeo realizadora Nadina Marquisio y el arte de carátula fue hecho como una pieza física por la artista Mona Herbe trenzando tiras de papel fotográfico y con letras bordadas.
Así suena MASILVA-CARBONO:
Abelardo - canción en homenaje a Abelardo Carbonó y su legado musical. Es un tema rápido con un "tumbado venenoso" en la guitarra y alusiones a los títulos de algunas de las canciones de AC. Por momentos revienta en un contrapunteo de guitarras muy africano entre Mendoza y Carbonó y en una descarga funk al final. Tropicalismo funky, envenenado y psicodélico.
Oye Paola - canción que surgió casi jugando, en el patio trasero de una casa en Santa Marta, mientras Paola Valdivieso, novia de Masilva daba vueltas por ahí. Carbonó toca unos riffs muy característicos suyos; africanos, champetudos, bellos desde su simpleza. El tema es cíclico y se apoya en la frase que le da título que está presente tanto en estribillos como en estrofas. La sección rítmica es como un tren imparable.